Cada año, en el segundo domingo de Adviento, todos los jugadores del Bayern München visitan a distintos clubes de aficionados del equipo bávaro en toda Alemania. Una tradición que, año tras año, hace felices a miles de hinchas del campeón alemán.

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“La tradición es muy importante, pero no solo debemos hablar de ella, debemos vivirla". Con estas palabras resume Uli Hoeneß, en la web oficial del Bayern Múnich, el sentir de un club especialmente ligado a sus raíces, las cuales emergen en Baviera, una de las regiones más fieles a sus principios de toda Alemania. El Bayern se define, además, como una familia y ese carácter se extiende desde la cúpula directiva hasta sus aficionados.

El pasado mes de noviembre, Los Bávaros alcanzaron la cifra de 290.000 socios, superando en 100.000 a los dos clubes europeos con mayor masa social después del líder de la Bundesliga (Benfica y FC Barcelona). Además, ningún otro club en Alemania cuenta con tantos clubs de fans en todo el mundo como el equipo más laureado del fútbol teutón: 4327 clubes para un total de 340.474 aficionados registrados.

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Jugadores, técnicos y directivos, todos acuden al encuentro

Las peñas del Bayern se encuentran repartidas por todos los rincones de Alemania y, por supuesto por todo el mundo, desde China a Mombasa, pasando Filipinas, México o Irán. Pero cada año, con motivo de las fiestas navideñas, el Bayern cumple con una de esas tradiciones que lo convierten en un club sumamente especial.

A finales de noviembre, el Bayern comunica el destino. Todos los jugadores, sin excepción, reciben el nombre de un club de aficionados al que visitar el segundo domingo de Adviento. Desde ese momento, en casi 30 lugares de Alemania empiezan los preparativos. No hay tiempo que perder. Todo debe estar listo para recibir a las estrellas del campeón alemán.

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"Es muy importante lo que hace el Bayern con la gente que viene desde tan lejos a apoyar. Es un lindo regalo para ellos y para nosotros, por poder acercarnos a ellos". Arturo Vidal

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Y no solo a los jugadores. Técnicos, miembros del staff y directivos también acuden al encuentro de los más fieles hinchas del club, aquellos que viviendo lejos de Múnich siempre sacan tiempo para viajar, en algunos casos, cientos de kilómetros para ver jugar al equipo de sus amores, ya sea en el Allianz Arena o en cualquier otro estadio.

Luego, ya en el lugar, y tras el viaje de rigor, las actividades que se encuentran los jugadores del Bayern son de lo más variadas, casi todas ellas vinculadas a la tradición bávara. Desde la clásica apertura del barril de cerveza, pasando por alguna prueba de habilidad y, cómo no, las preguntas de los más pequeños. Nadie se escapa. Pero siempre con buen humor y mejor ambiente. Un día para no olvidar, tanto para los protagonistas como para los emocionados hinchas.

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Además de la tradicional visita navideña, otra de las más recientes acciones que emprende el Bayern para acercarse al hincha es la Paulaner Fanträume, una cuidada campaña en colaboración con la famosa marca de cerveza alemana que permite a grupos de aficionados jugar un partido ante las estrellas del primer equipo durante la pausa veraniega o participar en la tradicional fotografía con motivo del Oktoberfest.

Así mismo, con el fin de seguir potenciando el vínculo con sus aficionados, desde mayo de 2012 existe un motivo añadido para que los clubes de aficionados visiten el Allianz Arena: el FC Bayern Erlebniswelt, el mayor museo de un club deportivo de Alemania. En él, los hinchas del Bayern pueden sumergirse en la historia del club bávaro en una exposición de más de 3000 m².

“Familia y Bayern van unidos, especialmente cuando las cosas se ponen difíciles", asegura el vicepresidente Karl-Heinz Rummenigge. La familia del Bayern incluye a la afición y el aficionado lo sabe y lo siente. El corazón del campeón alemán seguirá latiendo al ritmo de su gente.