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Un total de 11 títulos levantó Martín Demichelis en sus ocho temporadas como jugador del FC Bayern München. - © © gettyimages / Sandra Behne
Un total de 11 títulos levantó Martín Demichelis en sus ocho temporadas como jugador del FC Bayern München. - © © gettyimages / Sandra Behne

Entrevista en exclusiva con Martín Demichelis: "Siempre estaré ligado al Bayern"

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En Múnich no olvidan su nombre. Martín Demichelis abandonó su Argentina natal siendo un joven y prometedor central para establecerse en la capital de Baviera. Allí, en ocho temporadas con el FC Bayern München, obtuvo grandes éxitos y se ganó el respeto de todo el fútbol alemán y mundial. Con motivo de su retirada de las canchas, la Bundesliga en Español charló en exclusiva con él sobre su paso por Alemania, los latinos ilustres con los que compartió vestuario y lo que significa el Bayern en su vida.

Bundesliga en Español: ¿Siente ya nostalgia del fútbol o todavía es pronto?

Martín Demichelis: No, no siento nostalgia. Obviamente, el día que lo tuve que anunciar sí fue de mucha nostalgia porque empezó a escribirme mucha gente y claro, uno va recuperando recuerdos vividos a lo largo de todos estos años y tiene su sensibilidad. Pero no, estoy contento y seguro de la decisión que tomé y ahora seguramente vendrá una etapa linda. Soy un apasionado del fútbol y de alguna manera voy a seguir ligado a él porque, junto a mi familia, es mi vida.

¿Qué decisión le costó más afrontar, la de la retirada o la que tomó en 2003 para poner rumbo a Europa?

Son decisiones distintas. A los 14 años me marché de mi casa, así que desde muy pequeño ya supe lo que es tener que dejar a la familia. Cuando llegó la de 2003 me fui feliz porque dejé mi país para dar un paso enorme en mi carrera yendo a un club muy poderoso. La decisión de poner punto y final es una decisión muy diferente.

Dicen que el primer partido nunca se olvida. ¿Recuerda su primer encuentro oficial con el FC Bayern München?

Corrígeme si me equivoco pero creo que fue en la Bundesliga porque a los tres días jugué mi primer partido en la Champions League ante el Anderlecht belga.

Voy a tener que corregirle. Su debut fue en la Copa Alemana, en la cancha del Borussia Neunkirchen. Ganaron 0-5

Sinceramente no lo recordaba.

El que seguro sí recuerda fue el disputado ante el Hansa Rostock en la Fecha 7 de la temporada 2003/04

Ese sí porque además debuté de una manera peculiar. A mí el Bayern me había fichado como marcador central, como venía jugando en Argentina, pero en la semana previa recuerdo que Owen Hargreaves y Jens Jeremies no estaban disponibles y Ottmar Hitzfeld nos juntó a los defensas y nos dijo que lamentablemente alguno tendría que jugar de volante central. Y bueno, yo levanté la mano porque, además de las ganas de debutar en la Bundesliga, conocía bien la posición desde pequeño. Finalmente se dio bien aquel partido, ganamos y a los tres días jugamos en Champions ante el Anderlecht. Recuerdo que me salió uno de mis mejores partidos con el Bayern, ya que nos quedamos muy pronto con un hombre menos. Me salió el partido perfecto y pensaron “este tipo encontró su posición en el mediocampo” (risas). A partir de ahí empecé a jugar en el medio y no dejé esa posición hasta años después.

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- © gettyimages / Sandra Behne

¿Y cómo fueron aquellos primeros meses en Alemania? ¿Qué se le hizo más difícil?

Se me hizo difícil un mundo muy diferente, no solo en lo futbolístico sino en la manera de vivir, muy distinta a la sudamericana. Además, estaba solo, tenía 22 años y no hablaba el idioma, que es en definitiva lo que te acaba integrando en la sociedad y en el mundo del fútbol. Me acuerdo que sufrí con un montón de cosas pero siempre tenía en la cabeza mis ganas de triunfar en el Bayern, de seguir, de tener éxito, y no me daba por vencido contra esos obstáculos que se ponían en el camino. Tenía por delante una grandísima oportunidad, en la que sabía que en algún momento iba a poder dar ese paso, crecer, afianzarme y sentirme cómodo. En definitiva, ganarme un lugar en el equipo.

¿Conserva el diccionario de bolsillo que le regaló el que era en aquel entonces jefe de scouting del Bayern, Wolfgang Dremmler?

Wolfgang fue una de esas personas a las que le estaré eternamente agradecido porque fue el pionero en decir que Martín Demichelis debía fichar por el Bayern. Me siguió durante muchos meses, él fue el que más insistió para que fuese a Múnich. Y cuando llegué fue una de las personas más cercanas que tuve a disposición para ayudarme en un montón de cosas. Recuerdo que me regaló dos diccionarios de alemán-español, muy chiquitos, que llevaba a todos lados, incluso al vestuario (risas). De esa manera fui aprendiendo un poco. Ya cuando empecé a tomar clases, esos diccionarios iban conmigo a todas partes.

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¿De qué manera le influyó, personal y profesionalmente, su paso por el fútbol alemán?

Fueron ocho temporadas que le agradeceré eternamente al Bayern. Por darme la oportunidad de crecer, de terminar de formarme como jugador de fútbol, de darme un nombre y un respeto en Europa y de hacerme llegar a la selección argentina. El buen rendimiento en una institución como es el Bayern era prácticamente destino asegurado de selección. Y nada, qué te voy a decir. Sigo siendo aficionado del Bayern, mi primer hijo nació en Múnich, tengo tantos recuerdos que te aburría contándote. Soy un agradecido de haber jugado tantos años y tanto tiempo en un equipo tan importante, haber ganado once títulos con esa camiseta. Soy del Bayern. Estaré ligado emocionalmente y sentimentalmente a este club.

- © gettyimages / Miguel Villagrán

"Siempre tuve en mi cabeza las ganas de triunfar en el Bayern" Martín Demichelis

- © gettyimages / Alex Livesey

Al margen de los títulos, ¿guarda algún recuerdo especial con la camiseta del Bayern?

Tengo muchos, elegir uno sería injusto. Indudablemente, cuando uno gana los títulos, alcanza el objetivo planteado al inicio de temporada, poder levantar el trofeo es el momento de máxima felicidad, grupal y personal, porque eso queda para siempre. Pero también hay momentos del vestuario, de amistad. Se lo trato de explicar a mis amigos que no tienen la posibilidad de haber vivido el fútbol. Uno gana, pierde, empata, entrena con sol, con lluvia, viaja en avión, concentra en diferentes hoteles, vive diferentes emociones en diferentes estadios. Los lazos que se crean en un vestuario son muy fuertes. Entonces, elegir un solo momento me parece muy injusto. Me quedo con haber jugado con grandísimos jugadores en el Bayern. Tengo grandes recuerdos con todos mis compañeros.

¿Y alguna espina clavada?

Que no tuve la posibilidad de decir adiós al Bayern desde dentro del estadio. Me fui en un mercado invernal de diciembre y cuando estábamos de vacaciones. Me quedó esa espina dentro del cuerpo de poder saludar a toda la gente en forma de agradecimiento por el cariño que me brindaron durante tantos años. Un cariño que fue recíproco porque me entregué y porque defendí los colores intentando dar lo mejor. Pero me quedo con algo que para mí fue muy bonito, y lo tengo encuadrado en una parte de las cosas que guardo, que fue cuando se reinició la competición, con el Bayern jugando de local, y los aficionados colgaron dos banderas muy lindas y muy grandes, una con “Micho” escrito y que se extendía en todo lo ancho de detrás del arco, y otra con una frase. Eso para mí fue muy emocionante.

Hablando de las amistades en el fútbol. Usted coincidió no con pocos latinos en el Bayern. ¿Sabría decirme exactamente con cuántos?

Cuando llegué estaba Zé Roberto, Claudio Pizarro, Roque Santa Cruz, Paolo Guerrero, después vino Lucio, luego Breno. No sé si me estoy olvidando de alguno.

Le falta Julio Dos Santos…

¡Cierto! Julio Dos Santos y un grandísimo amigo, no me lo puedo olvidar, como es José Ernesto Sosa.

Aún le queda Giovane Élber

¡Claro, es verdad! Cuando yo llego, estoy dos meses o un mes con Giovane Élber en la pretemporada y después él se marcha al Lyon. Tengo una gran relación con Giovane. Siempre nos hablamos y nos encontramos muchas veces en Múnich y tenemos una relación grandísima de amistad y respeto.

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- © Joern Pollex

Hace poco, Élber fue nombrado embajador del Bayern junto a Bixente Lizarazu y Hasan Salihamidzic. ¿Le gustaría en un futuro ser embajador del club?

Claro que me encantaría, estar ligado de alguna manera al Bayern. Ese título de embajador del Bayern es de máximo respeto, de máximo orgullo. Sería todo un honor.

Con Claudio Pizarro jugó varias temporadas. Se retire o no, ¿qué opinión le merece la trayectoria de "El Bombardero de los Andes"?

Qué te voy a decir de Claudio. Uno de los delanteros que más me sorprendió a nivel mundial porque tiene todo lo que necesita un delantero. Su carrera, su estadística y sus goles lo definen por sí mismo. Tiene excelentes goles con la derecha, con la izquierda, de cabeza… Nosotros utilizamos un término que es ser “muy pillo” dentro del campo, tener picardía. La verdad es que Claudio lo tenía todo. Tuvo una trayectoria para ponerse de pie, para sacarse el sombrero y para aplaudirlo durante muchísimo tiempo. Además del cariño que le tengo, porque tanto Roque Santa Cruz como él fueron mis dos máximos amigos en el Bayern durante muchos años.

Pero además de con latinos, también compartió vestuario con gente como Philipp Lahm, al que vio crecer como jugador. ¿Qué me puede decir de él, ahora que también deja el fútbol?

Que respeto muchísimo su decisión, que a pesar del tiempo y la distancia, en el cual uno pierde un poco su contacto, él tiene que saber que cada vez que lo volví a ver, posteriormente a mi salida del Bayern, mi abrazo siempre fue de máximo cariño y respeto. Ha sido uno de los mejores laterales en la historia del Bayern y de Alemania. Un jugador que sabe llevar la máxima inteligencia que él tiene fuera del fútbol a esos 90 minutos, porque es capaz de interpretar, táctica, técnico y estratégicamente los partidos de una manera perfecta y por eso hace todo tan fácil y tan sencillo.

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Lahm se retiró del fútbol levantando la quinta Bundesliga consecutiva del Bayern. ¿Cómo ve todo este éxito de su ex equipo?

Lo del Bayern es gigantesco. Estoy enormemente agradecido y orgulloso de haber vestido durante casi ocho temporadas la camiseta de un mito, de un monstruo, de un gigante en el mundo y en la historia del fútbol. Conozco de arriba abajo todo lo que es la organización, estructura del Bayern. No sé si hay otro equipo en el mundo capaz de igualarse al Bayern.

¿Sigue actualmente la Bundesliga?

Sí, sí, soy un apasionado y cuando digo apasionado es porque abarco todo. Pobre mi mujer que es la que me tiene que soportar los fines de semana o cuando hay partidos de Champions porque no dejo de cambiar de un canal a otro para ver partido tras partido (risas). El presente de este Bayern es el fiel reflejo de una grandísima institución y todo lo que le pasa no es casual.

¿Y cómo ve al Bayern de cara al futuro? Se marcha Lahm, Alonso… Parece que asistimos a un relevo generacional

Pero suele pasar en todos lados, en todos los equipos. No tengo dudas de que el Bayern tiene la capacidad para reestructurarse, reinventarse, y seguir teniendo el mismo éxito. Indudablemente se va a extrañar a un jugador como Philipp, como se extrañó también a Schweinsteiger, quien fue también un grandísimo amigo. Pero bueno, el Bayern tiene la obligación de reinventarse y seguir estando al máximo nivel tanto en la Bundesliga como en Europa.

>> Así se gesta el Bayern del futuro <<

Ha jugado en Inglaterra, España y Alemania. ¿Con qué te quedas de la Bundesliga?

Me quedo, por encima de todo, con la organización. Es apasionante como todos los estadios, que son muy bonitos, están siempre llenos. Ya jueguen en la última Fecha el último clasificado contra el penúltimo, el estadio está lleno. La organización, el respeto, la manera de vivir en Alemania, en la sociedad, que no creo que sea menor en pasión, sino que es otra manera de llevarlo a cabo el fin de semana. Ahí empecé a entender un montón de cosas que en Argentina no pasaban. Allí dos hinchadas no pueden estar mezcladas el mismo día del partido. Fueron cosas que me empezaron a chocar y a mostrar que el fútbol se puede vivir de otra manera

¿Qué será lo que más eche de menos Martín Demichelis de todo lo que significa ser futbolista profesional.

Siempre lo digo. Una de las cosas más bonitas, que más me gustan del fútbol, es vestirme de jugador de fútbol. Porque cuando eres niño sueñas con las mejores botas, con que llegue el día de tu cumpleaños y algún amiguito te regale aunque sea un pantalón, una camiseta de algún equipo, incluso llegas ilusionado a Navidad para ver si tus padres te pueden regalar la camiseta del equipo del que eres hincha. Y claro, tener la posibilidad, durante tantos años, de vestirme de jugador de fútbol es algo que voy a extrañar. Y todo lo que gira alrededor de eso. La previa del partido, la concentración mental que requiere cierto encuentro, la música en el vestuario, las alegrías y los abrazos intensos con los amigos por hacer un gol, por ganar. Y salir del túnel para afrontar un partido y encontrarte con tu hinchada, con esos estadios magníficos. Todas esas cosas las voy a extrañar como jugador, obviamente.

>> Así fue el paso de Martín Demichelis por la Bundesliga <<